Hace
unos meses atrás una empresa headhunter me convocó para una posición muy
interesante donde podía combinar mis experiencias de consultoría para un
importante grupo peruano de empresas en distintos países, sin embargo ésta
posición me impedía seguir mi labor de docente, la cual disfruto inmensamente
en gran parte por que puedo compartir e interactuar con mucha gente que me
gusta y principalmente al interior de mi país, que también me gusta.
La
primera vez que fui a éste headhunter, tenían en la sala de espera un cuadro
con el texto de un poema que leía por primera vez, el cual me cautivó, el poema
del gran Marío Benedetti era “La gente que me gusta”; desde aquel día acudo a
éste poema cada vez que en alguna consultoría es necesario reforzar una cultura
hacia el Capital Humano y sin duda forma parte de uno de los cursos que dicto y
acudo a él cada vez que me doy cuenta que no me gusto, pueden escuchar el poema
recitado en el adjunto.
Actualmente
estoy en una organización familiar pequeña (29 colaboradores), donde serios
problemas de actitud en todo nivel han generados serios problemas: alta
rotación y pérdidas de ventas en los últimos meses; si el Capital Humano fuera
como la gente que le gusta a Mario Benedetti (y a mí, como a muchas otras
personas), con seguridad éste año habrían logrado el doble de ventas de lo que
realmente van a lograr.
“Me gusta
la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga
las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace en menos tiempo de
lo esperado.”.
Cuantas veces realmente vibramos por lo que hacemos?, aunque no somos perfectos
debemos buscar realizar actividades que realmente nos hagan vibrar, con
seguridad seremos más independientes y lograremos los resultados antes de lo
esperado.
“Me gusta
la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente
que no deja las soluciones al azar.”.
Esto es la responsabilidad, acción y reacción, cualquier acción que tomemos
siempre tendrá sus consecuencias, algunas veces éstas serán favorables o
positivas y otras serán desfavorables o negativas, siempre previendo las
consecuencias y controlándolas para que no se vayan de nuestras manos. No
siempre las consecuencias serán favorables, pero en el balance debe haber
realizado muchas más acciones con consecuencias favorables que con consecuencias
desfavorables.
“Me gusta
la gente estricta con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que
somos humanos y nos podemos equivocar.”.
Ser estricto no es malo, lo malo es olvidarnos, que todos, absolutamente todos
sin importar edad, raza, genero, formación, experiencia, etc, todos somos
igualmente seres humanos.
“Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo,
entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.”. Que
importante es hacer sinergia cuando se trabaja en equipo, los equipos de
trabajo bien constituidos realmente generan grandes resultados.
“Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.”.
Hay que buscar la mayor cantidad de tiempo para estar feliz, tener esa alegría
y poderla transmitir.
“Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse
con argumentos serenos y razonables.”. Que importante es la sinceridad en una
organización, cuando las cosas no se dicen tal cual y no se reciben tal cual,
siempre habrán grandes problemas.
“Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza
de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.”. Cuando comprendemos que
todos somos seres humanos, que no somos perfectos, que siempre buscamos la
perfección, no debemos tener temor de equivocarnos, debemos reconocer el error,
el no hacerlo es un error más grave aún con consecuencias mayores.
“Me gusta la gente que al aceptar sus errores, se
esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.”. Pero no podemos aceptarnos
siempre con los mismos errores, debemos esforzarnos por aprender de nuestros
errores lo más rápido posible.
“Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente
y de frente; a éstos los llamo mis amigos.”. Sin duda, las críticas
constructivas vienen siempre de los verdaderos amigos, las críticas
destructivas, por el contrario, nunca
vienen de ellos.
“Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece
cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.”. Lograr los objetivos es una
tarea muy ardua, no desfallecer no quedarse en el intento, ser fiel a los
objetivos y luchas hasta el final por alcanzarlos.
“Me gusta la gente que trabaja por resultados.”. A mi
también, con lo anterior dicho, los medios serán los correctos, los apropiados,
pero lo más importante al final son los resultados.
“Con gente como esa, me comprometo a lo que sea, ya que
con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.”. Lo demás
viene por añadidura, con gente como la descrita, los equipos de trabajo
realmente van a ser muy buenos, como consecuencia será más fácil formular e
implementar buenos procesos, desarrollar el capital tecnológico, llevar adelante
a los clientes y tener los resultados o el valor que esperamos generar en cada
organización.
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